jueves, 21 de noviembre de 2019

SATURNALIA
La fiesta comenzaba con un sacrificio en el Templo de Saturno, en el Foro Romano, y un banquete público, seguido por el intercambio de regalos, continuos festejos, y un ambiente de carnaval en el que se producía una relajación de las normas sociales.

Para poder participar de las conmemoraciones, las actividades de la ciudad se paralizaban. Se cerraban los comercios, las escuelas, los tribunales, se otorgaba la libertad a los presos y se suspendían las ejecuciones de los condenados a muerte.

Juegos de Azar
Para que reinara la felicidad entre los ciudadanos se llevaban a cabo sorteos de lotería y la gente deambulaba por la calle, permitiéndoles jugar y apostar en público. A su vez, podían asistir en el anfiteatro a combates de gladiadores.


Gastronomía

El vino y las comidas abundantes caracterizaban a esta semana festiva.

Vestímentas
La gente vestía con sus mejores galas para asistir a los banquetes, dejaban de lado sus togas cotidianas para ponerse sus trajes festivos.
  
 El mundo del revés
En las Saturnales se jugaba al mundo al revés y se caricaturizaban leyes y cargos públicos. Hasta se aplazaba la ejecución de los condenados a muerte.
Sin embargo, la expresión popular que más sorprende de estas fiestas era el intercambio de papeles que existía entre los esclavos y sus amos.

Prohibiciones
Concedían a sus esclavos durante estas fechas una ración extra de 3,5 litros de vino.


miércoles, 6 de noviembre de 2019


Arpía 
En un primer momento, las arpías eran mujeres de gran belleza que disponían de alas y que se dedicaban a garantizar el cumplimiento de un castigo que Zeus le impuso al profeta Fineo después de que éste revelara secretos de algunos de los dioses. Zeus envío a Fineo a una isla llena de manjares: las arpías, gracias a su habilidad de vuelo, se encargaban de quitarle la comida de las manos a Fineo cada vez que se disponía a comer.


Desde que se dijo que las arpías defecaban encima de la comida para que Fineo no pudiera comerla se las vio como unos monstruos.
También se dice que las arpías podían hechizar a alguien con sus "cantos" que más que cantos eran una especie de cacareos y gritos.



Dichos:
Mi jefa es una arpía.
(Se usa de forma despectiva)